Europa se estanca y los economistas piden reformas estructurales
Mientras que otros países de occidente han vuelto a la senda de crecimiento, la economía alemana está estancada y el debate sobre formular para salir de una crisis que para muchos economistas va más allá de lo coyuntural y tiene razones estructurales. Las cifras han llevado incluso a que algunos medios hablen otra vez de Alemania como del “enfermo de Europa”, una expresión que se utilizó a comienzos de este siglo, antes de las reformas estructurales de la llamada Agenda 2010 del último Gobierno de Gerhard Schröder.
En el último trimestre de 2022 y en el primero de 2023 hubo una contracción del PIB alemán, con lo que el país entró en una recesión técnica. En el segundo trimestre del año hubo estancamiento. “En una fase con bajo crecimiento o incluso con una caída de la economía, la gente tiene que contar con tiempos duros, advirtió este fin de semana Veronica Grimm, del Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, en declaraciones a los medios del grupo Funke.
El FMI estima que en este año haya una contracción del 0,3%. El Bundesbank también ve el PIB a la baja mientras que el Gobierno espera un crecimiento del 0,4% y el Consejo Asesor de Economistas una subida del 0,2%. Grimm dice que es irrelevante estar un poco por encima o un poco por debajo del crecimiento cero. Lo decisivo es que hacer frente a la situación implicara sacrificios reales. “Es importante que los responsables políticos hablen con claridad y digan que la transformación de la economía tendrá costo también para el ciudadano común y corriente”, dijo.
Los motivos son el precio de la energía y la falta de mano de obra
Los motivos del estancamiento son varios. Las empresas se quejan de los altos costos de la energía, de la burocracia y de la escasez de mano de obra calificada. El índice de clima empresarial del instituto IFO, uno de los indicadores tempranos de referencias, cayó en julio por tercera consecutiva. La inflación afecta el consumo y aunque el punto máximo del 8,7 interanual parece haberse superado el nivel del 6,2% está todavía lejos del 2%, la meta del BCE, y los economistas cuentan con que la reducción no será rápida.
“La inflación se ha mostrado más persistente de lo esperado. Tenemos los costos de energía más altos, los impuestos más altos y los costos laborales más altos”, se ha quejado el presidente de la Patronal alemana, Rainer Dulger. “Además, tenemos una infraestructura deteriorada. Estos problemas se mezclan con la escasez de mano de obra cualificada y el retraso en la digitalización y la descarbonización“, agregó. En esa constelación, hay voces -tanto de parte de la patronal como de parte de los sindicatos- que piden ayudas coyunturales de parte del Gobierno.