El BCE deja los tipos de interés en el 4,5% e insiste en que se mantendrán ahí por un periodo suficientemente largo
- El BCE mantiene su tono duro y no da pistas sobre una rebaja de tipos
- Los mercados esperan que el primer recorte de tipos llegue en el mes de abril
- El riesgo de que el banco central decepcione al mercado y provoque un berrinche
Sin sobresaltos ni sorpresas. El Banco Central Europeo ha mantenido sin cambios los tipos de interés, con la vista ya puesta en el primer recorte que podría llegar en verano de 2024 (si atendemos a las declaraciones de Christine Lagarde, presidenta de la institución) ante la intensa caída en el ritmo de crecimiento de la inflación. El instituto monetario, con sede en Frankfurt, ha mantenido sin cambios los tres tipos de interés de referencia en la reunión de enero. Este ha sido el tercer cónclave en el que el BCE no mueve ficha desde que diera inicio el ciclo de subidas de tipos en julio de 2022. Desde entonces, el BCE elevó el precio del dinero en 10 reuniones consecutivas. Ahora ya van tres en las que no mueve ficha. ¿Cuándo llegará el próximo movimiento? Así ha sido la rueda de prensa de Lagarde pregunta a pregunta.
Con este parón, el tipo sobre la tasa de depósito (donde los bancos comerciales acumulan sus reservas) se mantiene en el 4%, el tipo de refinanciación repite en el 4,5%, máximos desde 2001, y el de la facilidad marginal de crédito se mantiene en el 4,75%. Ahora, las miradas y apuestas se dirigen hacia la primera rebaja de tipos, que podría llegar en verano, tal y como adelantó Christine Lagarde, presidenta de la institución hace unas semanas.
La decisión del BCE llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro fuera en diciembre del 2,9%, medio punto porcentual por encima de la subida de precios registrada en el mes anterior y su lectura más alta desde octubre. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó dos décimas, hasta el 3,4%.
No ha sido ninguna sorpresa que el BCE haya mantenido su tipo de depósito en el 4%: la decisión fue anticipada por todos los economistas encuestados por Reuters y estaba totalmente descontada en los mercados. También, como se esperaba, las líneas clave del comunicado de prensa sobre los tipos de interés se mantienen sin cambios. Reitera que los tipos de interés deben permanecer en sus niveles actuales “durante un periodo suficientemente largo” y que la política monetaria seguirá siendo restrictiva “mientras sea necesario”. Y aunque ya no afirma que “las presiones internas sobre los precios siguen siendo elevadas”, ahora dice que “la información recibida ha confirmado en líneas generales la evaluación anterior (del BCE) de las perspectivas de inflación a medio plazo”, comenta Jack Allen-Reynolds, de Capital Economics.
Los salarios y el mercado laboral están impidiendo que la inflación subyacente caiga con mayor intensidad. La evolución de los salarios ha centrado las conversaciones en los círculos económicos y en los corrillos del BCE de las últimas reuniones. Esta vez no será diferente, puesto que la inflación salarial es la más ‘pegajosa’. Con unos salarios todavía calientes, la decepción para el mercado estaba casi asegurada. Los inversores esperan que los tipos comiencen a caer ya en la reunión de abril.
Lagarde ha señalado en la rueda de prensa posterior a la reunión que “una de los consensos alcanzados [dentro del Consejo de Gobierno del BCE] es que seremos dependientes de los datos [económicos]… especialmente estamos atentos a los cuellos de botella en la oferta“, ha indicado Christine Lagarde en una respuesta en la rueda de prensa.
Además, admite que hay riesgos importantes como los geopolíticos, que están obstaculizando el transporte marítimo: “Los tiempos de entrega se están retrasando, los costes y las tarifas de los fletes están aumentando, pero la capacidad naviera es hoy mayor y eso va a amortiguar el impacto. Pero pese a todo somos cuidadosos y prestamos mucha atención a lo que está ocurriendo con el conflicto en la región de Oriente Medio, esto es un riesgo adicional, la disrupción del transporte marítimo”, ha declarado asimismo la presidenta del BCE.