Meloni golpea a la banca europea tras anunciar por sorpresa el impuesto al sector
Martes negro en renta variable para la industria bancaria tras el anuncio inesperado del impuesto a los beneficios extraordinarios de los bancos italianos. El gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni sorprendía el martes con el gravamen temporal del 40% sobre el margen de interés neto, una medida de los ingresos que los bancos obtienen de la diferencia entre los tipos de interés de los préstamos y los de los depósitos.
Como era de esperar, el mercado recogía rápidamente este susto con caídas del 1% en algunas bolsas, con el FTSE Mib italiano liderando estos descensos, con un 2,12%. El Stoxx 600 Banks, que aglutina a las entidades bancarias más grandes del Viejo Continente, cedía un 2,70% en la sesión, con todos los bancos italianos que lo componen con pérdidas que superaron el 4%. Se trata de la mayor caída desde marzo, cuando una eventual crisis bancaria azotaba con fuerza los títulos de estas compañías. BPER Banca, Fineco Bank, Intesa Sanpaolo, banco BPM y Unicredit protagonizaron los farolillos rojos del índice europeo, con la pérdida de 8.538 millones de euros de capitalización en conjunto. Pese a estos traspiés, en lo que va de año el sectorial aguanta con una subida del 12,5% y se coloca como el octavo más alcista.
La plaza de Milán, que lidera las subidas en bolsa desde que arrancó el curso, se queda con un 17,8% en 2023 tras la caída de este martes, después de que el pasado 31 de julio –en pleno auge por la presentación de resultados del primer semestre– el índice alcanzara niveles en bolsa que no visitaba desde 2007.
“La medida se produce poco después de que los bancos italianos revelaran un excelente conjunto de ganancias con Intesa y Unicredit elevando su previsión para todo el año por segundo trimestre consecutivo, gracias al rápido endurecimiento de la política del Banco Central Europeo. Los ingresos netos por intereses de Unicredit, por ejemplo, aumentaron un 42 % en el primer semestre. El impuesto coincide con un patrón similar en toda Europa, con los prestamistas revelando una ola de recompras de acciones a medida que continúan beneficiándose de tasas de interés más altas y obtienen buenos resultados en las pruebas de estrés. Pero la reacción está creciendo en un contexto de crisis del costo de vida”, desarrollan desde Bloomberg Intelligence.
En el mismo sentido, el medio recoge que, pese a que el gobierno italiano aún no ha publicado los detalles del decreto, según la estimación preliminar de los analistas este gravamen podría costar a los bancos alrededor de 2.000 millones de euros. Desde Citi, estiman que este nuevo impuesto eliminará el 19% de las ganancias.
Los españoles caen un 2%
El efecto dominó de los bancos transalpinos se pudo ver claramente en las entidades españolas, que cerraban el martes con una caída media del 2,19%. Banco Santander fue el más penalizado, con una corrección del 2,7%, la más abultada desde finales de abril. Y es que, aunque la banca es una de las grandes promesas del ejercicio, en un contexto protagonizado por el alza de tipos, la tormenta de marzo penalizó con crudeza a las españolas. En el año, Unicaja –fuertemente penalizada por la salida de Oceanwood– y Bankinter no consiguen alcanzar el verde, y Banco Santander aguanta como la más alcista (ver gráfico).
Cabe recordar que el sector bancario español –y también el energético– tuvo que canalizar la misma noticia (impuesto a las ganancias extraordinarias para las empresas con más de 1.000 millones de facturación) en julio de 2022 y, pese a ello, en conjunto, se ha reportado unas ganancias netas de 12.386 millones entre enero y junio, una cuantía que supera en un 21% el registrado un año antes.